jueves, 17 de diciembre de 2015

Toledo recuerda a su paisano Alfonso Salmerón

Hace poco un amigo, que está a punto de defender su tesis en Historia Moderna, me comentaba que andaba liado con los preparativos de un ciclo de conferencias en homenaje al filósofo y teólogo toledano Alfonso Salmerón, de cuyo nacimiento se cumplieron 500 años el pasado mes de Septiembre. Para quienes no conozcan a Salmerón (que nos mira desde la galería de retratos de intelectuales ilustres que encargó el cardenal Lorenzana para la Biblioteca Arzobispal) hay que decir que nació en Toledo capital, se formó -como tantos otros- en la Universidad que había fundado el Regente y Cardenal Primado Fray Jiménez de Cisneros en la antigua Complutum, formándose en Literatura y Filosofía, y que desde allí marchó a ampliar su formación como filósofo y teólogo a la parisina Universidad de la Sorbona. -No era tan raro ver castellanos en la universidad parisina; allí fue profesor el futuro Cardenal Siliceo, también Arzobispo de Toledo y Primado de España, como Cisneros-.


El caso es que nuestro personaje, hallándose en París, contactó a través de su común amigo Diego Laínez -condiscípulo suyo en Alcalá-, con un guipuzcoano llamado Ïñigo de Loyola, que había llegado a estudiar allí en 1528, y que implicó a seis amigos suyos en la fundación de una comunidad religiosa, la futura Compañía de Jesús. Aquellos siete primeros jesuitas (llamados "los siete amigos en el Señor") fueron los hoy santos Ignacio de Loyola, Francisco Javier y Pedro Fabro, más el antedicho Diego Laínez (que sucedió a S. Ignacio tras su muerte), Nicolás de Bobadilla, el portugués Simón Rodrigues y el toledano Alfonso Salmerón.

Todos ellos el día de la Asunción de 1534 prestaron sus votos en la capilla de Montmartre y decidieron peregrinar a Jerusalén, aunque finalmente acabaron en Roma. Allí se constituyó formalmente la nueva Orden (reconocida por Paulo III en 1540), que -además de los votos habituales de pobreza, obediencia y castidad- incluía un cuarto voto, de obediencia a la Santa Sede.

Salmerón tuvo su primer destino en Siena, dedicándose a los más indefensos: los pobres y los niños. Luego fue nuncio papal en Irlanda (1541), participó en el Concilio de Bolonia (1547), se doctoró allí. Más adelante fue catedrático en la Universidad de Ingolstadt (Baviera), hasta la muerte del Duque Guillermo IV, volviendo a la península Itálica en 1550, estableciéndose en Verona, y luego en Nápoles, donde fundó el primer colegio de la Compañía de Jesús.También participó en el Concilio de Trento, enviado por el Papa Paulo III, tanto en las primeras sesiones como en las segundas. Participó en el gobierno de la provincia jesuítica napolitana hasta su muerte, que tuvo lugar en febrero de 1585. 

Como teólogo destacan sus estudios sobre las Sagradas Escrituras, en especial el Nuevo Testamento y el libro del Génesis. Se le considera un brillante predicador y un eficaz misionero.

Para conmemorar la figura del padre Salmerón y de su obra, la Universidad de Castilla-La Mancha ha organizado un interesante programa en colaboración con la Biblioteca de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial de Toledo, el Ayuntamiento de Toledo, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, las Cortes de Castilla-La Mancha, el Arzobispado de Toledo y la Universidad Pontificia de Comillas. Habrá un ciclo de conferencias en el edificio universitario de S. Pedro Mártir el Real, sede de la Facultad de CC. Jurídicas y Sociales, y en paralelo se inaugurará una exposición en el Alcázar de Toledo, con los fondos bibliográficos y pictóricos que fueron de la antigua biblioteca de los Jesuitas toledanos y después pasaron a la Biblioteca Arzobispal (actual Fondo Borbón Lorenzana).

Por último, el sábado 19 a las 19 h., el Paraninfo Universitario de S. Pedro Mártir acogerá el recital "Música para Trento", con actuación de la Coral del Conservatorio Profesional de Música "Jacinto Guerrero", bajo la dirección de la profra. Consuelo Álvarez-Palencia.

Un atractivo conjunto de actividades no sólo para teólogos e historiadores modernistas, sino para todas las personas interesadas en el Humanismo Renacentista, la Historia de la Cultura y en cómo era la Europa del S. XVI. Mi enhorabuena a todos quienes lo han hecho posible, y en especial a los compañeros del Área de Historia Moderna de la UCLM y de la Biblioteca de Castilla-La Mancha.

Para saber más:
Enlace al programa de conferencias (NOTA: Se ha intercambiado la de D. Enrique García Hernán (CSIC) con la de D. David Martín López (UCLM), y viceversa.

Enlace al díptico de la exposición bibliográfica

Enlace al programa del concierto Música para Trento

Alfonso Salmerón y los Libros de la Compañía de Jesús



miércoles, 9 de diciembre de 2015

Sobre los títulos universitarios pre y post Bolonia

Cuando en 2010 se produjo la extinción de los antiguos planes de estudios universitarios (Diplomaturas de 3 años y Licenciaturas de 5) para implantar las nuevas titulaciones adaptadas al llamado "Plan Bolonia" (Grados de 4 años y Másteres de 1) -aunque el resultado final para quien cursase ambas era, en ambos casos, de una formación de 5 años-, no fue algo precisamente fácil a la hora de establecer las correspondencias entre los titulados por el sistema antiguo y el nuevo.

Tampoco fue algo fácil de cara al reconocimiento de las titulaciones ante la Unión Europea de cara al libre ejercicio de las profesiones y a la libre circulación de los titulados, según estipula el Espacio Europeo de Educación Superior.

El problema surgió hace una década (Real Decreto 55/2005) cuando en España sustituíamos un primer ciclo universitario generalista de 3 años seguido de un segundo ciclo de especialización de 2, (que era y sigue siendo el modelo mayoritariamente utilizado en Europa, lo que se llama modelo 3+2) por el actual modelo de 4+1, perpetrado por el equipo de la ministra Mercedes Cabrera. Al crearse el título de grado, de cuatro años, se creaba un título universitario mayor que los antiguos diplomados pero menor que los antiguos licenciados. Uno de los problemas que pronto surgieron es que el nuevo título permitía a quienes lo obtuviesen presentarse a los puestos de trabajo antes reservados a los Licenciados y los Doctores (el grupo A1), creando un conflicto al equiparar a titulados de primer ciclo (los graduados siguen siendo titulados de primer ciclo) con los titulados superiores (Segundo y Tercer Ciclo). En buena lógica, el nuevo primer ciclo debería quedar restringido al grupo A2, como los antiguos titulados de Primer Ciclo (Diplomados, Maestros, Enfermeros, Arquitectos Técnicos y Ingenieros Técnicos...), pero no fue así. Por otro lado, los antiguos Licenciados quedaban -aparentemente- devaluados al nivel de los nuevos Graduados en lo que se refiere a homologación, como pronto se vería. Ese fue el segundo problema.

En el ámbito específico de las bibliotecas y centros de documentación desaparecía la Diplomatura en Biblioteconomía y Documentación (creada en 1982-83) y también desaparecía la Licenciatura en Documentación (nacida en 1994-95), creándose un Grado en Información y Documentación. A la vez surgía la necesidad de un curso de adaptación (o "curso puente") para que los antiguos diplomados pudiesen acceder al nuevo título de Graduado, sin el cual no podrían, evidentemente, acceder a los nuevos estudios de Máster ni al Doctorado (sino únicamente al cuarto y quinto de la antigua Licenciatura -que se convertía en título a extinguir- en aquellas universidades donde aún se impartiese hasta su definitiva desaparición).

Y en paralelo, en el ámbito del empleo público se abría la caja de los truenos al permitirse que los nuevos Graduados -titulados de Primer Ciclo- pudiesen presentarse a las oposiciones del centenario Cuerpo Facultativo del Estado, y sus equivalentes de las demás administraciones. Este problema no surgió sólo en el ámbito de las bibliotecas. También hubo conflictos competenciales entre ingenieros técnicos e ingenieros superiores, y entre arquitectos técnicos y arquitectos superiores (entre sí y con los nuevos graduados, todos intentando llevar el agua a sus respectivos molinos) por citar dos ejemplos que en su momento dieron mucho que hablar.

Por su parte, a todos los millares de licenciados de España en cualquier titulación (estuviesen o  no colegiados por alguno de los Colegios Oficiales de su ámbito (como los del Consejo General de Licenciados y Doctores de España), se les debió quedar la cara blanca cuando se supo que el vacío legal creado en la legislación española les dejaba en un limbo jurídico de cara al reconocimiento de sus títulos en Europa.

Dicho vacío legal comenzó a remozarse poco a poco a causa de la presión de algunos colegios (como el de Ingenieros de Caminos), hasta que por fin se publicó el Real Decreto 1027/2011 que establecía el Marco Español de Cualificaciones para la Enseñanza Superior, el MECES, que fijaba 4 niveles, a saber: 1, Técnico Superior (en Formación Profesional, Enseñanzas Artísticas o Deportivas); 2, Graduado; 3, Máster; y 4, Doctor. Sin embargo no se decía nada -todavía- sobre sus correspondencias con las antiguas titulaciones anteriores al "Plan Bolonia", es decir, los Diplomados y sus equivalentes y los Licenciados y sus equivalentes.

Para acabarlo de liar, hay que decir que la Unión Europea utiliza otro marco de cualificaciones diferente al MECES, el EQF (European Qualifications Framework o Marco Europeo de Cualificaciones), con ocho niveles, desde la Enseñanza Primaria hasta el Doctorado. Por ello, primero hay que saber cuál es el nivel de la titulación de cada uno según el MECES y luego cuál es su correspondencia al EQF. Dichas correspondencias son las siguientes: El MECES1 equivale a EQF5, el MECES2 equivale a EQF6, el MECES3 equivale a EQF7 y el MECES4 equivale a EQF8. Así que un graduado en Documentación (o cualquier otro graduado postBolonia) es MECES2 y EQF6, y un Máster es MECES3 y EQF7. Por su parte, un Doctor en MECES4 y EQF8.

¿Y qué ocurre con los antiguos titulados preBolonia, los Diplomados, Maestros, Enfermeros, Arquitectos Técnicos e Ingenieros Técnicos, y por otro lado, los Licenciados, Arquitectos Superiores e Ingenieros Superiores? La presión de los antiguos titulados ante el Ministerio hizo que se pusiera en marcha la maquinaria administrativa y, por fin, se aprobase el Real Decreto 967/2014 de 21 de Noviembre para determinar la correspondencia al MECES de los antiguos títulos. Esta primavera el MEC comenzaba a expedir un certificado a todos los antiguos titulados que lo solicitasen haciendo constar la correspondencia de sus estudios tanto con el nivel MECES como con el nivel EQF, y, es más, se creaba una página web (según preveía el artículo 27.2 del antedicho R.D.) desde la cual, cualquier ciudadano usuario de la administración electrónica podía obtener al instante su documento acreditativo en formato pdf, siempre que se identificase con el DNI-E e introdujese el código de diez cifras (sin la barra intermedia) del Registro Nacional de Títulos que aparece en su título de diplomado, licenciado o equivalentes.

Es decir, que en lo que se refiere a nivel, queda definitivamente claro que los antiguos Diplomados en Biblioteconomía y Documentación (o cualquier otro diplomado) se corresponden al nivel de la titulación universitaria de Primer Ciclo actual (MECES2, EQF6), como los son los Graduados en Información y Documentación. Así mismo, los antiguos Licenciados en Documentación (o cualquier otro licenciado) se corresponden al nivel de cualquier titulado actual de Segundo Ciclo, como los actuales Másteres EEES (con nivel MECES3, y EQF7).

¿Y los poseedores del antiguo DEA, el Diploma de Estudios Avanzados, que era la titulación intermedia entre Licenciado y Doctor, que otorgaba la acreditación de suficiencia investigadora y que también se ha extinguido en Diciembre de 2012, con la entrada en vigor del nuevo Doctorado postBolonia? Supongo que al menos se reconocerá a sus poseedores como si poseyesen un segundo Máster, (dado que los nuevos Másteres ahora hacen la función de acreditar la suficiencia investigadora, que antaño hacía el DEA) aunque habrá que verlo llegar, dado que no me consta que aún se haya aprobado una regulación específica.

De todos modos, podemos congratularnos de que las autoridades educativas hayan hecho caso de la demanda social de los profesionales y hayan dado una solución a la reivindicación de reconocimiento de los antiguos titulados preBolonia, solventando un problema que, si se hubiera hecho bien en origen, nunca hubiera tenido lugar.

Para saber más:
El problema de los grados universitarios, 3+2 versus 4+1
Web MEC sobre Gestión de Títulos
Web MEC sobre Correspondencia entre títulos universitarios PreBolonia y niveles MECES
Breve panorama sobre la Documentación en España
EQF, lo que nos faltaba para trabajar en Europa
Blog Soy Máster Europeo
Documento aclaratorio de FESABID









sábado, 5 de diciembre de 2015

Los islamistas más fanáticos ya están aquí

Imagínese una histórica ciudad castellana que lleva décadas repitiendo la milonga de las Tres Culturas, el buen rollito que había en la Edad Media y lo bien que se llevaban cristianos, judíos y musulmanes. Vamos, tanto tiempo que hasta ha acabado por creérselo.

Imagínese también que un día un periódico local amanece con la noticia de que el edificio del antiguo Casino, en el mismísimo centro de la ciudad (edificio que era propiedad de un promotor inmobiliario tan poderoso que hasta se dedicó una nueva calle a sí mismo sin que ningún Ayuntamiento de izquierdas ni de derechas haya osado hasta hoy retirar la placa y renombrar esa vía pública) ha sido vendido a un jeque de Arabia Saudí que tiene la intención de poner, según el titular, "un centro de interpretación islámica".

Bueno, no está mal, pensaría cualquiera. Como ya hay un museo de la Cultura Hispanojudía y Sefardí no está mal que haya alguna institución similar que divulgue la historia de Al Ándalus, su arte, su patrimonio histórico, sus filósofos y literatos... Aunque no tenga piezas originales (si las tuviera no sería un centro de interpretación, sino un museo) habrá réplicas, y además paneles, videos, pantallas interactivas y todo eso que hace de los centros de interpretación puntos de cultura viva y de turismo activo y dinámico.

Pero luego si se lee el cuerpo de la noticia, y no sólo el titular, al lector se le abren las carnes y le hacen pensar que de eufemismos está la prensa llena. Porque lo que va a ser realmente es un "centro de interpretación [sic.] islámica y de culto de la secta Wahabita (es decir, no un mero centro cultural sobre historia, arte y literatura del Islam, sino un lugar de proselitismo de esta rama del Islam, evidentemente con una mezquita u oratorio, y su correspondiente escuela coránica) ,

¿Comorl? ¿De la secta qué? El Wahabismo es la corriente islámica vigente en Arabia Saudí, que no destaca precisamente por su moderación ni por la integración en el mundo contemporáneo de los fieles que lo practican. Fue fundado en el S. XVIII por el predicador sunnita Muhammad ibn Abd-al-Wahab, de quien toman el nombre. Destacan por su aplicación de la sharia (Ley islámica) en el ámbito civil y por su deseo de expansión por todo el mundo, financiando mezquitas y predicando entre musulmanes de otras ramas del sunnismo para lograr su conversión. Son puritanos, legalistas, creen que son los únicos y verdaderos intérpretes de la palabra del Profeta y consideran que los demás musulmanes están contaminados por desviaciones, superstición, herejías, idolatría y por el laicismo de Occidente.

Tal vez les suene más la palabra Salafismo. Es la rama del Islam sunnita que busca la vuelta a la pureza de los ancestros del S. VII. Ambas corrientes (Wahabismo y Salafismo) tienen muchos puntos en común, ambas pretenden una sociedad regida por la Sharia y son igual de puritanas, radicales, machistas y rigoristas. De hecho, muchos estudiosos opinan que es lo mismo con distintas denominaciones. En la actualidad hay dos vías, la que busca adeptos a través de la predicación (apoyada formalmente por los Saudíes), y la que lo hace a través de la Yihad o Guerra Santa. (esta última vía también se denomina Qutbismo por uno de sus fundadores), de cara a conseguir implantar su fanática interpretación tanto en los demás países musulmanes como en el resto del mundo.

Pues los wahabitas son los que, apoyados en los petrodólares saudíes, se quieren instalar ahora para difundir su peculiar visión del Islam entre los musulmanes residentes, en su práctica totalidad marroquíes. Salvo que la autoridad competente les deniegue tanto el permiso de obras (por la modificación de la estructura interior de un edificio declarado Bien de Interés Cultural hace veinte años), como la licencia de apertura (por considerar que no procede autorizar un centro wahabita por motivos de seguridad pública, o por ser perjudicial para el tejido socioeconómico del barrio, por poner dos ejemplos), veo difícil evitar su instalación.

La pelota está en el tejado. Pero conociendo en la ciudad aludida los precedentes de escasa capacidad de movilización ciudadana en cualquier tipo de reivindicación, el temor de la comunidad musulmana residente a posicionarse abiertamente en contra del Wahabismo, el silencio incomprensible de las asociaciones de mujeres y del movimiento feminista ante otros detalles de machismo islámico que se han visto en los últimos años, el hecho de que el partido local más a la izquierda del espectro político acoge en su seno a musulmanes practicantes (como se vio cuando llegaron a llevar una mujer velada, nacionalizada española, en sus listas electorales -lo que no deja de ser una absoluta incoherencia en un partido que se define como comunista y ateo-) y el miedo añadido de muchos políticos de todo pelaje a ser calificados de "Islamófobos" (confundiendo la religión islámica en general con esta secta en particular), yo no me fiaría mucho de que la ciudad castellana a que me refiero se libre de tener tan peculiares convecinos.

Para saber más:
Wahabismo actual, terror y petróleo, por Fco. Andrades Galindo
¿Qué es el Salafismo y el Wahabismo? por Koldo Salazar
El Wahabismo: la ideología de los terroristas degolladores y cáncer inoculado en la comunidad musulmana, por Laila y Basem Tajeldine
Arabia Saudí: el silencio blanco y un cóctel de Wahabismo y Petróleo, por Nazanín Armanian.
Wahabismo no es Islam, por Ayub Sabri Pasha.
Wahabismo y Neosalafismo, por M. Torres Pardo.
Wahabismo, la secta del terror, por E. Tiesse.
El gran Mufti de Arabia Saudí aboga por la destrucción de las iglesias, en El Medio
Ramas del Islam, por Islam en el siglo veintiuno

ACTUALIZACIÓN. Entregados en Toledo los premios "Rey Abdulaziz". Un ejemplo de como trata a la Mujer el Wahabismo que viene

ACTUALIZACIÓN
El jeque que pretende la instalación de un centro wahabita, investigado por radicalismo y odio religioso. Interior controla a un jeque saudí por difundir el radicalismo y el odio religioso en España